jueves, 6 de marzo de 2014

De Bauman a Sun Tzu: La amenaza del crimen organizado

El Crimen que viene: “Delincuencia S.A.”. La amenaza del Crimen Organizado.

Qué es el crimen organizado
Bauman es un sociólogo y filósofo polaco, conocido por acuñar el término “modernidad líquida”. Bauman contrapone una sociedad sólida y una sociedad líquida. La sociedad sólida se basa en la seguridad, los contenidos y los valores. La sociedad líquida se fundamenta en la movilidad, la incertidumbre, la relatividad de los valores, la flexibilidad y la adaptación.



Y para una sociedad líquida, una “seguridad líquida”. Se ha utilizado alguna ocasión el concepto “terrorismo líquido”. Pero, ¿ha evolucionado el crimen organizado a una fase líquida? O siguiendo con la analogía ¿puede evolucionar a otra fase? o más bien se observan en ciertos grupos elementos sólidos, líquidos y gaseosos a la vez.

El mundo líquido es adaptativo. La criminalidad líquida debe ser adaptativa. “El agua no horada la roca por su fuerza sino por su constancia”. Pero el crimen organizado no busca el impacto. Busca la penetración. El gas. Para lograr las cotas más altas de eficiencia, el crimen organizado penetra en administraciones públicas y privadas, subrepticiamente trata de anular las instituciones. Planta cara veladamente, y en ocasiones de forma manifiesta, a su principal enemigo: los estados, los garantes de la seguridad pública.

El crimen organizado existe, igual que el gas existe. Pero es su invisibilidad lo que precisamente lo hace más letal. En un entorno donde la imagen ha derrotado a la reflexión, lo invisible es soberano. Lo que no se ve, parece que no existe; y ésa es la estrategia de nuestro enemigo.

Para ver, hay que empezar a mirar el mundo (ver es mirar y a la vez prestar atención). El mundo además de líquido es cada vez más uno. Nos aferramos a lo local para no naufragar en lo global. Aunque, cada vez es más evidente que tenemos que aprender a navegar. Con referencias locales, pero ante horizontes y fronteras pulverizadas. Y esto es lo que vemos: Los tres sectores mayores del comercio exterior mundial son las drogas, las armas ilegales y el tráfico de seres humanos (página 44 del enigma del Capital y las crisis del capitalismo. David Harvey). El crimen organizado

Desde mi experiencia en investigación se puede decir que, esta teoría es, desafortunadamente, cierta. Cierta, porque la transnacionalidad es el elemento común de cualquier investigación que se precie. Cierta, porque su capacidad de penetración cada vez nos sorprende más. Cierta, porque una consecuencia de la invisibilidad es la falta de iconos de la realidad. Tenemos imágenes construidas por la Novela Negra o el cine pero, ¿tenemos imagen del “ingeniero empresarial” al servicio de la empresa criminal? ¿tenemos imagen del “ingeniero procesal”? ¿Tenemos imagen de cómo podría afectar el crimen organizado a nuestra vida diaria?

Qué hace el crimen organizado
El crimen organizado aplica los métodos de la empresa a la criminalidad. La empresa utiliza las ventajas de la globalización para optimizar su funcionamiento, y el crimen organizado hace lo mismo. La revolución de las comunicaciones y la disminución del espacio-tiempo en el transporte hacen rentable la industria criminal.

Pero además de estas ventajas comunes a cualquier empresa transnacional, el crimen organizado observa y estudia las debilidades del sistema; aprende de la experiencia, innova y aplica conocimiento convirtiendo estas debilidades en su fortaleza.

El crimen organizado se amolda al procedimiento judicial. Sabe hasta donde puede llegar. Se parapeta en derechos y libertades, para, libre del sistema defensivo del Estado, organizar su ataque y obtener ganancia. Libra la «batalla perfecta», la que convierte el frente en su base logística: cuanto más actúa, más medios y capacidad de actuación.

A diferencia del impacto casi nulo que la actividad de las empresas transnacionales tiene en el individuo, la acción del crimen organizado no es desdeñable. Como una hiedra, crece en el tronco del Estado: sus Instituciones sin, aparentemente, afectar al desarrollo de las mismas. Pero como una hiedra, puede acabar con el árbol. Y capturadas las Instituciones, capturada la sociedad y capturado el individuo.

Existen otras formas de criminalidad global, como el terrorismo. Pero a diferencia de éste, el crimen organizado no busca la publicidad; no busca la proyección en los medios de comunicación. El crimen organizado no sólo es invisible sino que no es ruidoso.

Sin embargo, cuando no hay más remedio que usar la violencia, también lo hace de forma medida y eficiente. La violencia, aparte de ser un medio, es un mensaje. Un mensaje calibrado para, con difusión precisa, llegue al receptor.

Cómo lo hace el crimen organizado
El silencio y la invisibilidad es la estrategia de nuestro enemigo. ¿Cómo lo hace el crimen organizado?

Para empezar, las concepciones tradicionales de: actores implicados en el delito, la finalidad, y los medios para cometerlo, varían. El paradigma clásico criminológico se ve superado. La víctima, además de ser persona física o jurídica, es la sociedad y su manifestación: el Estado. El victimario deriva de personas a organizaciones con estructuras, métodos y procesos empresariales. Y la finalidad es el control, en definitiva: el poder.

Y de esta nueva concepción surge la corrupción, el blanqueo de capitales, la extorsión, el tráfico de drogas, tráfico de seres humanos y de armas, la desestabilización, el secuestro, el asesinato, … y un largo etcétera del que sí se ha tratado y sobre el que sí está puesto el foco por ser lo más “sólido” del crimen organizado. Conocemos el efecto, pero rara vez la causa.

A título de ejemplo, para el logro de sus fines el crimen organizado utiliza métodos de encubrimiento (de la acción o del ilícito obtenido): ingeniería empresarial. Utiliza métodos de agresión contra operadores jurídicos como investigadores, jueces o fiscales: ingeniería procesal. Y también dispone de métodos de socialización de la actividad criminal: ingeniería mediática (una muestra son las manifestaciones en Culiacán para exigir la liberación del “Chapo” Guzmán).

Y nosotros nos enfrentamos al crimen organizado con una LeCrim de 1882. ¿Qué hacemos para que esto se convierta en la carga a caballo, con lanzas y sables, de la Caballería Polaca contra los panzer alemanes en Krojanty en 1939?

Qué solución tiene el Crimen Organizado
El líquido se ve. El gas no. La corrupción no se ve. El terrorismo no corrompe, destruye. El crimen organizado, sí. Si frente al terrorismo la herramienta es la “seguridad líquida”, frente al crimen organizado la herramienta debe ser la “seguridad gas”.

Una seguridad gas basada en el control de los focos de emisión, y no en los efectos de la acción. Un concepto de seguridad integral donde policías, jueces y fiscales intervengamos en determinadas áreas. En las otras, debe ser la sociedad, como objetivo amenazado, la que debe actuar. ¿Qué puede hacer la sociedad? Tomar conciencia.

Identificando al enemigo, posicionándose ante lo invisible que, como se ha visto, no es lo inexistente. Como dice Sun Tzu, ser capaz de transformarse con el enemigo; es lo que quiere decir «etéreo», Para siendo fuertes desde lo inmaterial, desde los valores como puntos fijos, conseguir la victoria.

También ha de identificar la sociedad a la Policía como la parte de la ciudadanía a la que se ha encomendado la seguridad. Y la Policía ha de valorar esa confianza como lo que es: un tesoro.

Ante una sociedad fuerte y cohesionada se conseguirá la auténtica victoria, que es la victoria sobre la agresión; una victoria que respeta la fundamental humanidad del enemigo y que, de esa manera, hace innecesario un posterior conflicto. Sun Tzu.

Comandante Daniel Baena