martes, 18 de febrero de 2014

¿Por qué Negra como charol?

Las Instituciones públicas han de servir al ciudadano. Han de mostrarse cómo son y dar cuenta del esfuerzo que hacen por la sociedad. La sociedad, a su vez, proyecta a través de la Cultura la imagen que tiene de sus Instituciones.

La Guardia Civil afronta el reto de la lucha contra el crimen organizado también desde Cataluña. La realidad fáctica y normativa llena de competencias la investigación criminal del Instituto en el arco del Mediterráneo. Y Cataluña es un nodo territorial determinante.

Los medios de transporte, la comunicación, la tecnología, la asunción de los métodos de deslocalización de la producción de las empresas transnacionales, han operado en el delito, en las formas de producción del delito, conformando un nuevo tipo de delincuencia: el crimen organizado. Para que de entre actores, clanes, grupos especializados, transportistas, asesores económicos y legales, intermediarios, “camellos”,… surja el crimen organizado ha de mediar, entre ello, la confianza. Sin confianza no hay enlace.

Y desde la sociedad civil, ciudadanos, asociaciones, policías, jueces, la única forma de vencer al crimen organizado es, también, desde la confianza. Una confianza que tenga como puntos de contacto los valores. Valores comunes como remedio frente a la atomización que hace vulnerable a la sociedad frente al crimen organizado. La Guardia Civil sabe de esto desde hace ya 168 años.

Por esto, la Guardia Civil entiende la investigación criminal desde los valores. Unos valores que además, tienen la función de escudo ante los intentos de penetración del crimen organizado. Un sentimiento de pertenencia, de Cuerpo, que lo pretende hacer firme, homogéneo, duro, y a la vez, flexible.



En esta realidad opera la Guardia Civil. Puede parecer ficción. En un entorno global donde lo local, lo singular, adquiere relevancia y se reivindica, esta autoafirmación puede parecer ficción, oportunista; pero está en la esencia de la Guardia Civil. Y en el transito de realidad a ficción o de ficción a realidad, operan, necesariamente, los parámetros con los que se perciben ambas realidades.

La sociedad es un conjunto de ciudadanos. La percepción de los ciudadanos está tamizada por la estructura cognitiva interna influenciada, o construida en la mayoría de las ocasiones, por la información que obtienen del contexto. Y el principal vehículo de transmisión de información es la cultura.

Una acepción de cultura es “el conjunto de conocimientos adquiridos por una persona mediante el estudio, la lectura, los viajes, su vida en relación u otros medios”. Y cultura policial es la adquisición de conocimientos policiales. Y de entre otras formas, la cultura policial se adquiere, de la literatura. La literatura es cultura. La literatura de novela negra trasmite cultura policial a la mayoría de los ciudadanos.

La Novela Negra es un vínculo observable entre el ciudadano interesado en la cultura policial y la investigación criminal; tiene un efecto tinción. Pero a la vez, la literatura modula las percepciones según parámetros construidos en la ficción.

Los personajes de la novela negra condicionan la concepción que se tiene de los policías reales. La literatura, la novela negra, es quizás, la vía de transmisión de valores más directa, completa, sincera y desgarradora. El lector se convierte en un crisol donde se fragua aquello que hemos mencionado al principio como condición contra la atomización, como condición para que la sociedad encare al crimen organizado: los valores comunes.

Pero ¿son estos valores germinados en el ciudadano los mismos que tenemos en Guardia Civil? Para interactuar con la ciudadanía, para servir en definitiva, en seguridad pública, las Instituciones y la sociedad civil deben tener los mismos valores, o al menos compatibles. ¿Es esto una realidad o es ficción?

Para responder estos interrogantes son necesarios foros de encuentro. Foros donde la Cultura, la literatura, y la Guardia Civil se encuentren. Donde el reconocimiento mutuo lleve a valorar el trabajo del otro. Un foro donde se hable de personas y personajes en escenarios reales. De sobra es sabido que en literatura, la ambientación y el escenario son utilizados para la proyección de los rasgos de los personajes. Por eso, no hay lugar más idóneo para estos foros que una Casa-Cuartel.

Si la literatura, la novela negra, ha contribuido a fijar estereotipos que en ocasiones no son acordes con la realidad; la literatura, la novela negra, es la indicada para modificarlos y acercar estos parámetros ideales a la realidad.

La Jornada de Novela Negra puede ser un ejemplo. Pionera, nace con vocación de servicio, con el convencimiento de su utilidad para la Guardia Civil y para la sociedad. Segura de que el protagonismo del evento no estará en los ponentes ni en las mesas redondas; el protagonismo está en el público, en los asistentes.

En el formato, deberá tener cabida el debate. Será una oportunidad para contrastar conocimiento de la realidad con conocimiento de la ficción. Para poner objetivos en común, para sentar las bases de un proyecto mediante el compromiso y la implicación a través del diálogo. 

Guardias Civiles, y ciudadanos que hayan acudido interesados por los temas o por los participantes en la Jornada, interactuarán, se conocerán. La Guardia Civil en Cataluña se mostrará tal y como es. Los personajes se transformarán en personas, y las personas darán paso a personajes.

Comandante Daniel Baena


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